Las ventajas y beneficios que supone la sustitución de los procesos tradicionales de licitación pública por la reciente modalidad de plataforma de licitación pública electrónica, son notorias y bastante difundidas a esta altura.
Si me pidieras, no obstante, señalar la ventaja que en mi opinión es la más importante, no dudaría en señalar el hecho de la disponibilidad 24 x 7 que garantiza el acceso a la plataforma de licitación electrónica, vía web cuando el usuario quiera y desde donde quiera. De este modo, tanto oferentes como ofertantes pueden conectarse en cualquier momento y desde cualquier lugar. En algunos países, incluso ya se están redactando nuevas normativas en dirección al objetivo de unificar criterios en materia de licitaciones y contrataciones públicas, lo que más allá de significar una especie de “revolución” en este ámbito, reta a todos (gobiernos y particulares) a ser parte de esta trasformación digital. Pero el enfoque de hoy, como decíamos antes, no pasa por comentar acerca de los beneficios o ventajas, sino por analizar cuáles son las garantías de una solución de licitación pública electrónica más allá de las obvias, que pasan claramente por la implantación de mecanismos que permiten una mayor eficiencia y una evidente racionalidad en el uso de los recursos públicos. En ese propósito, podemos señalar dos grandes perfiles de garantía de una solución de licitación electrónica:
¿Cuáles son los aspectos a valorar que hacen parte de esta garantía de seguridad? -La exactitud que otorga la transparencia con que constan la fecha y hora de presentación de las ofertas. -La claridad de la información recibida en el momento exacto para cumplir los plazos establecidos y la facilidad para acceder a la misma. -La sencillez del proceso a pesar de las fuertes medidas de seguridad, tales como el permiso a los datos presentados por los licitadores tras la acción simultánea de las personas debidamente autorizadas. -La devolución instantánea de la constancia de presentación de una oferta, que iguala las mismas garantías que una oferta presentada físicamente. Cada ofertante licitador obtendrá su justificación a pocos minutos de realizada la postulación de su oferta.
Cualquiera de las dos partes que utiliza una plataforma de tramitación expedientes licitación puede tener la total confianza y certeza de que el sistema contempla todos los requisitos legales y técnicos que dan absoluta validez al proceso de licitación y a las comunicaciones entre el organismo y los licitadores. ¿Cómo se controla eso? Mediante un registro electrónico y a través de los justificantes de envío. Además, se comprueba la identidad del licitador de forma inequívoca pues se cumple con los requisitos legales en cuanto a firma electrónica exigida para la presentación de ofertas: la plataforma es capaz de aceptar cualquiera de los más de 150 tipos de certificados nacionales u europeos homologados por el Ministerio de Industria. En suma: con estas plenas garantías, sumadas a la agilidad y transparencia que nos concede una solución de licitación electrónica no quedan dudas acerca de las bondades de migrar a este tipo de sistemas. ¡Todo ventajas! Comments are closed.
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